Todavía no recuerdo como he llegado hasta aquí: me desperté esta mañana ⎯sobre la hierba, húmeda, fría⎯, confuso y con leve dolor de cabeza. Aterido todavía, me levanté al rato y seguí el camino, diría que en dirección este. Llegué a una barrera echada, era un puesto fronterizo chileno. Una larga banda impresa informaba: "No se atiende. Paro aduanero indefinido. Trabajamos para usted" (hoy no). Me di la vuelta, entonces ya seguro hacia el oeste, y caminé hacia el otro lado del puesto fronterizo. Un paisaje de páramo, vallado a ambos lados, viento, silencio y una luz oblicua, como la de atardecer o la de amanecer. Pasó un vehículo y me quedé mirándolo: me pareció que alguien me hacía un leve gesto de saludo, sin dejar de hablar con su compañero. Se lo agradecí con la mano. Al fin vi otra barrera, la del otro lado. Un cartel de "Bienvenidos a La Argentina" junto a otra señal, mucho más pequeña, autoritaria, seca, de "PARE". Un letrero informaba: "Paso Laurita". Entré en la caseta aduanera: centrada entre una imagen de la Presidenta Kirtchner, otra del Papa Francisco y un pequeño altar a una Virgen amamantando, una adusta agente de aduanas me pidió mi documentación. Descubrí, consternado, que no la tenía; también, que no era capaz de responder con claridad y seguridad a ciertas cuestiones básicas: nombre, nacionalidad, o que hacía o hacia dónde iba. En la turbación que me produjo la consciencia de este estado amnésico entendí que, en consecuencia, tampoco podía saber lo que quería. No se me permitió el paso. Salí de la caseta y caminé un rato, por este pasillo bidireccional, en dirección este. Podía llegarme hasta la barrera chilena en paro indefinido y, con toda seguridad, franquearla con un leve salto sin ser molestado. Pero ¿dónde ir sin ningún documento?, ¿cómo responder entonces a las muchas preguntas que, sin duda, se me irían haciendo: por la policía, por los servicios de emergencias, por cualquiera, incluso por mí mismo?; ¿qué hacer, con qué fin orientar mis pasos, sin tener un pasado a mano ni contar con el estímulo de un futuro ya soñado? Creo que prefiero esta franja de 2 kilómetros por 200 metros (medidas aproximadas). Me quedo en el Paso Laurita.