Al principio hacía fotos en la calle de forma hazarosa, simplemente salía y fotografiaba rutinariamente. Lentamente me vi atraida por las personas que caminaban solas.

Probablemente porque me gusta la soledad sentía algo en común con esas personas. Después investigué sobre la luz. REstudié las paletas desde Edward Hope a Ernst Haas; leí sobre la retórica de las imágenes en Roland Barthes; pensé sobre el concepto de asombroso de Sigmund Freud; miré los clips de Ted Forbes. Finalmente salí a fotografiar cada día, en las mañanas, después delmediodía, en las tardes.

Me di cuenta que desde la mañana hasta avanzado el mediodía la luz del solk era demasiado brillante. Cuando caía el sol la luz declinante producía un contraste adecuado y una buena temperatura para el color y los tonos que yo buscaba. El color que más uso en este trabajo es el anranjado (en las zonas luminosas) y azul oscuro (en las sombras). Ellos me proporcionan un equilibrio entre la felicidad y la tristeza que espero estoy expresando.

Este trabajo es parcialmente finalista en el concurso de fotografía de calle de Lenculture en 2017.