Mar muerto

 

   © Fotos y Texto: Alexander Bronfer.

La gente siempre ha estado fascinada por el Mar Muerto. A través de los siglos este lugar ha sido refugio de mesías, fanáticos, mártires, reyes y ascetas. La gente oraba, pecaba, sanaba y se mataba entre sí en sus costas.

Construyeron presas y plantas, perforaron pozos, cortaron el mar de cualquier fuente de agua dulce y lo dejó morir. Y mientras tanto seguimos orando, pecando y matándonos unos a otros, moviendo nuestras sillas de playa y sombrillas más profundamente y más profundo, siguiendo silenciosamente el mar que desaparece.