Macondiando

   Fotos: © Viviana Peretti

   Texto: © Ana Cristina Ayala

  • Macondiando. Viviana Peretti lo usa como verbo para nombrar una serie fotográfica que nace de caminar por Colombia. Capturada con celular y con anzuelo. Con una mirada afilada que atrapa los fragmentos de Macondo esparcidos por la tierra de Gabriel García Márquez, el escritor.

  • “Cuando yo pienso en Colombia pienso en los absurdos— dice la fotógrafa italiana —en un caos organizado. En un país al borde de un colapso que nunca ocurre.”

  • Fotos cuadradas. Su trabajo con celular es el diario personal de sus andares por Roma, Nueva York, Marsella, Paris, y muchas otras ciudades. "Pero cuando llego a Colombia me pongo en modo Macondo". Un modo conocido por el mundo como realismo mágico. Una denominación cuya sonoridad poética esconde los subrepticios violentos, absurdos y tragicómicos que con insistencia narró Gabriel.

  • Impunidad. "A menudo pienso en Colombia como ese lugar sin ley, en donde lo que por obviedad es justo no ocurre" dice. "y por eso pienso que la obra de Gabo jamás habría podido nacer en otro lugar".

  • Gabriel logró ubicar las coordenadas de esa Colombia que obsesiona a la fotógrafa. Macondo. Que más que un lugar es una cualidad que se absorbe por los sentidos. Cuando Gabriel dio nombre al pueblo imaginario también trazó la cartografía de una nación, que más que por sus fronteras geográficas, se define por su carácter.

  • Peretti vivió más de nueve años en Colombia. Hoy está radicada en Nueva York pero regresa una —y otra—y otra vez a la tierra de Gabriel para avanzar en sus proyectos personales. "Por Colombia siento una contradicción de amor-odio, que más que odio es rabia" dice, y esa es quizá su forma simple de definir Macondo, el sentimiento. Selecciona sus fotos con pinzas poéticas. Los lugares de esta serie son Puerto Nariño (Amazonas), Bogotá, Medellín, Páramo de Sumapaz, Florencia (Caquetá), Villa de Leyva. Coleccionó fotografías de casas y fachadas. De pinturas, murales, y grafitis. De tumultos y abandonos. De ríos y paisajes. De lluvias y vientos tormentosos. De huellas, rincones, contrastes y de colores. De atractivo. Porque 'macondiar' es caminar atrapando cierta estética, aquella que invita a contemplar la contradicción.

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