• © Jerónimo Rivero
  • Saliendo de la mina, la luz del día sucede a los guardatojos. Los ojos penan en acostumbrase al sol sin sombra del altiplano. El reencuentro con la familia, dejada por la mañana, se acerca. Hora es de subir hasta la luz cegadora de la boca-mina y festejar el reencuentro con la vida.
  • (Coop. La Salvadora.)