Elena Garrigues

  • Llegué al mundo de la fotografía de forma muy prosaica: para no caerme. Al vivir en una zona de Nueva York que siempre estaba en obras, tenía que mirar fijamente al suelo para no tropezarme. Y así es como empecé a ver el potencial plástico de algo tan aparentemente anodino como un pavimento.Al suelo de Nueva Yok le siguieron otros como los de Praga, Lisboa, Londres, Hamburgo, ó Split, para finalmente acabar en Madrid (de donde son todas las fotos aquí publicadas).Mis fotos no aspiran a nada que no sea sorprender. Me divierte el juego con el espectador mientras intenta descubrir de donde puede provenir un agujero que podría ser un cráter o una mancha azúl brillante rodeada de suciedad.Aún desconozco cual será el siguiente paso. Pero me queda claro que, como primera medida, tendré que ir levantando la mirada.