Mazapanes en Agosto.

 

   © Fotos y Texto: Rebecca Uliczka

Este proyecto habla de una parte de nuestra cultura, la percepción individual y global del tiempo propio y ajeno. Hace referencia a una alteración de nuestro ritmo natural causado por el sistema económico de la globalización, que afecta a la agricultura, y es responsable del cambio climático, en donde los inviernos son cada vez más cálidos y la sociedad decide vender la temporada navideña en agosto.

Las haciendas mexicanas son espacios que quedan a modo de vestigio de un tiempo de esplendor económico en la revolución agrícola, apícola, ganadera y la producción de tequila y mezcal. En estos espacios el tiempo ha pasado y queda el rastro de un momento efímero en el deterioro de sus muros que muestra versiones de un proceso de transformación y adaptación a las circunstancias.

El tiempo ha sido un elemento importante de mi vida, ya que refleja sentimientos momentáneos de desacuerdo con mi entorno. Mi padre de profesión maestro relojero siempre vive el tiempo con mucha precisión. El regalo más significativo de mi infancia fue un reloj de pulsera. Tuvo como finalidad entender el valor del tiempo ajeno. El tiempo ya no se regía sólo por el día y la noche, o la luz y la oscuridad, sino por un número específico, establecido por las manecillas del reloj.