El final de la familia

Fotos y texto: © Nicolas Landemard

  • Creemos que somos fuertes, creemos que podemos dominar el planeta, creemos que nada puede detenernos, ¿Pero es así? ¿Somos tan fuertes? ¿Tan invencibles?

    Es evidente que estamos entre los mejores predadores del planeta pero al mismo tiempo somos una de las creaturas más débiles. Nosotros, los seres humanos, somos perfectibles, por supuesto. Pero lo que nos hace diferentes de las otras especies es la consciencia de lo que somos. Y con esta consciencia viene una inquebrantable certeza: el miedo a la muerte.

    Tememos nuestra muerte, tememos perder aquellos que amamos. La pérdida es la ausencia, el espacio vacío, dificil de rellenar o de reemplazar.

    Empecé este proyecto como si estuviera corriendo contra el reloj. La muerte de mi abuela abrió mi propia caja de Pandora. Demasiadas preguntas sin respuesta, sólo el hecho que este lugar nunca volverá a ser mio, desaparecera y todo mi pasado penoso con él. Era el momento de avanzar. Yo no estaba preparado, probablemente todavía no lo estoy. A partir de ahora tengo que ser un adulto, la persona responsible, aquella persona con la que se puede contar. Tendría que decir “de nuevo”.

    Por eso somos tan frágiles, yo se ahora que soy mortal.