Fotógrafo de calle, madrileño desde casi siempre.
Me gusta el cine, la pintura y viajar. De ahí me viene la afiión a la fotografía, fotografiar lo que se mueve y lo que no se mueve.
Mi primera cámara fué una Minolta SRT-101, pasando por varias Olimpus y Nikon.
Como todo buen aficionado he disfrutado durante años de la oscuridad y el olor de un pequeño laboratorio, hasta que llego la era digital.
En la actualidad uso las D de Nikon y mi lema es observar, ver y disparar, así es la vida.