Rara Avis

© Guillermo Labarca

Juvenal decía que las personas extravagantes o extrañas eran “rara avis”, también Horacio se refería a los cisnes negros como “rara avis”. Nosotros, los editores de esta revista, nos sentimos también así, seres extravagantes que hemos mantenido esta publicación sacando ya 30 ejemplares (este es el número 29....pero hay también un número 0), 4 números al año lo que hace un buen número de años. Rara avis porque lo hacemos por amor al arte, expresión que en el mundo contemporáneo suena un poco ridícula, esto significa que no cobramos por ella, quien quiera puede leerla cuando quiera sin tener que gastar más que su tiempo. También son rara avis los fotógrafos que publican en esta revista porque tampoco cobran nada, también trabajan por amor al arte, algunos de ellos son fotógrafos profesionales en el sentido que viven de la fotografía, pero se dejan un espacio para colaborar con publicaciones como esta, aun cuando tengan una alta reputación y estén bien posicionados en el mercado. Otros, no viven de la fotografía pero viven para ella ofreciendo lo mejor de su producción a esta revista. Es a ellos y a los lectores que nos siguen, que fotógrafos o no, saben apreciar la fotografía creativa.

Este es un número especial, no para celebrar un aniversario si no para celebrar a quienes han publicado en la revista. Tiene un formato diferente al habitual: en este número no publicamos cuatro autores, cada uno con un trabajo, si no que una foto de cada uno de los autores que han querido publicar durante los años que lleva la revista. Nos habría gustado haber sabido como han evolucionado estos autores, de algunos, de muchos de ellos sabemos, los seguimos en otras publicaciones, a otros desgraciadamente, les hemos perdido la pista, con este número los recordamos y en cierta manera los recuperamos.

Justo Mellado (para quienes no lo conocen: curador y crítico de arte) cuando le conté de este número me dijo que regalar algo, hacer un don, donar - que es lo que hacemos aquí editores y autores - es una renuncia, por de pronto renunciar a los derechos de autor. Es también un dispendio concebido como opuesto al ahorro, a guardar para sí, a atesorar con el objeto de capitalizar o para usar en el futuro. Es sencillamente regalar gratuitamente, algo tan ausente en la cultura contemporánea, donde muchos de los regalos que se hacen hay que mirarlos como sospechosas maniobras para conseguir algo.

Con esta revista, además de mostrar fotografía creativa, estamos, los editores, los autores y los lectores mostrando que es posible construir formas de relación que no buscan mas retribución que el placer de comunicar lo que nos importa.