• Número 3
  • © Susan Bilbao
  • Tras los árboles, al final del valle, hay unas montañas cubiertas de vegetación. Una gran hilera de abedules no deja ver el inicio del bosque de robles cuya linde limita pero que se extiende más allá y cubre la pendiente de ascenso a la montaña. Este bosque no está oculto ni prohibido, tan sólo está detrás de la línea de abedules, nada más.