Más información de Owen (pasa el ratón por debajo)
En Francia desde fines de 2005. Nacida en 1985.
Hija única. Madre: empleada de banco. Padre: funcionario.
Asistí durante seis meses a cursos de francés en la Alianza Francesa antes de venir a Francia en 2005. La elección de Francia fue hecha, entre otras cosas, por el buen nivel de los estudios de biología de sus universidades. Mi padre no me apoyó en mis deseos de ir al extranjero. El se inquietaba mucho. Cuando llegué a Francia me encontré que no me encajaba con la imagen que tenía en China. La gente no correspondía con lo que yo me había imaginado… ¿dónde estaban los gentelmen? ¿En Inglaterra? Al principio tenía miedo de salir a la calle, en el metro… hay gente que parece loca… yo percibo el realismo de la vida… las preocupaciones… la vida no es de color rosa. Mi padre se sorprende mucho cuando le cuento mi vida cotidiana. En apariencia los chinos parece que tienen menos preocupaciones. En China se piensa que en Francia todo será mucho más fácil, pero no es así. Los franceses son muy emocionales, cuando ellos hablan es un poco agotador. Puede ser que nosotros, los chinos, seamos demasado discretos. Es divertido, pero teniendo en cuenta la complejidad de la lengua, yo pensaba que los franceses eran muy inteligentes… Poder pensar en tantas cosas mientras hablan… A menudo los franceses enfatizan su frases con un “ves lo que quiero decir”. No sé por qué. Los chinos son mucho más precisos. Para ellos cada palabra tiene un significado… Aun cuando no tenga ganas de vivir en Francia, a lo largo de mi vida me gustaría volver de tiempo en tiempo… por el ambiente.