_____________________________________________________________________________________________________________
23
Fotos y texto: ©Mario López

Si la luna tiene su cara oculta, ¿Por qué no iba a tener la fotografía abstracta su lado oscuro?, y es que de todos los estilos, quizás sea el más desconocido…

Inicié este proyecto de fotografía abstracta entre los altos abetos de un bosque del Pirineo, buscando algo nuevo que hasta la fecha nunca había probado; a partir de aquel día fui conciente de que un abanico de enormes posibilidades se habría ante mí…



Cada óptica ofrece unos resultados diferentes, cada movimiento de cámara ya sea horizontal, vertical o diagonal nos produce una ilusión óptica diferente, pero ¿es posible acercarse al dominio del movimiento? Quizás si…pero el factor sorpresa siempre estará ahí y por muchas imágenes que

llegue a realizar aplicando esta técnica, siempre habrá algo mágico en todo ello; el factor sorpresa es el denominador común, lo bonito es que siempre hay algo que se nos escapa, que no podemos controlar de antemano y eso es lo interesante; volúmenes, colores y formas se entremezclan formando a veces una amalgama de tonalidades y, en otras, se nos muestran como un caos con cierto orden. La elección del sujeto y su composición será tan determinante como la sensibilidad para generar el movimiento adecuado a cada caso.

La fotografía abstracta se basa en cosas reales, pero su resultado nada o casi nada tiene que ver con el escenario que vemos a través del visor, sus posibilidades son enormes, tan grandes como nuestra capacidad imaginativa o de percepción para elegir elementos que parecen incluso “sosos” y transformarlos en algo de una belleza sin igual. Leí no hace mucho tiempo un artículo entorno a la fotografía abstracta que decía: en fotografía abstracta lo importante es que sea “una sugerencia visual, no un acertijo técnico”; estando de acuerdo con ella añadiría que además se debería aplicar a todos los estilos fotográficos.

La cara oculta